Pídele a tu hijo que te lo compre
Hay tres tipos de erupciones que suelen aparecer en los bebés durante el primer mes de vida: Los granos son muy comunes en los bebés, generalmente alrededor de las 3 semanas de edad. El acné del bebé puede provocar grandes manchas rojas. Hay hoyuelos en las mejillas, en la frente y en la frente. Puede que esto no sea un problema para los niños, pero puede serlo para los padres. El acné del bebé no necesita tratamiento. Es causada por cambios hormonales después del parto y desaparecerá naturalmente en unas pocas semanas.
Otra erupción cutánea que suele aparecer en este grupo de edad es el eczema seborreico, también conocido como eczema seborreico. Suele comenzar al mes de edad. Si notas manchas rojas (normalmente más pequeñas que los granos), escamas amarillas o caída del cabello en zonas peludas como cejas, pestañas o cuero cabelludo. También puede afectar el cuello y los hombros. La causa no se conoce del todo, pero puede estar relacionada con el eczema. Si nota manchas amarillas en las cejas, es posible que su hijo tenga este problema. Esto no está relacionado con alergias alimentarias ni con la lactancia materna. Este problema se resolverá naturalmente con el tiempo, pero también puede tratarse con cremas con esteroides si es necesario.
El eccema también es común en los niños. Suele comenzar entre uno y cinco meses. El eczema causa protuberancias rojas y erupciones en diferentes lugares. El eccema afecta principalmente a la cara y la cara. Sin embargo, con la edad, la erupción puede extenderse y generalizarse. Aunque algunos niños con eccema grave son alérgicos a la leche, la mayoría de las alergias a la leche se deben simplemente a la tendencia de la piel a secarse. Algunos niños con eczema desarrollan este problema durante el desarrollo, mientras que otros lo desarrollan temprano. El eccema se puede tratar con cremas hidratantes. Si los síntomas son graves, puede ser necesario un tratamiento con esteroides u otras cremas.
¿Puedo comer sushi mientras está embarazada?
Comparte tus resultados con tu pediatra en tu próximo chequeo. Si la erupción persiste o empeora, se recomienda realizar pruebas.